En un entorno devastado, las protagonistas hallan consuelo gracias a “Take on me”, de A-ha.
El reciente episodio 2×04 de The Last of Us logró emocionar a sus espectadores de una manera que trasciende la acción y el caos apocalíptico que caracteriza a la serie y el videojuego. En medio de un entorno devastado, marcado por la violencia y la lucha por la supervivencia, el episodio ofrece una de las escenas más significativas y cargadas de simbolismo que la serie y el videojuego presentaron hasta el momento. Este encuentro se distingue por la belleza de su ejecución, y por la profundidad emocional que encierran los pequeños gestos y las notas de una canción emblemática: Take on me de A-ha.Ellie y Dina, en su incansable viaje a través de un mundo desmoronado, se encuentran en el barrio Capitol Hill de Seattle, una zona que antes de la pandemia era reconocida por su fuerte identidad LGTBQ+. En medio de esta ciudad devastada, encuentran refugio en una tienda de música. Mientras esperan la caída de la noche para continuar su misión, Ellie descubre una guitarra que sobrevivió al paso del tiempo y las ruinas del apocalipsis. La guitarra, guardada en su funda, parece representar una última conexión con un pasado lleno de cultura y vida, elementos que el mundo del presente parece haber borrado.Es en este instante que Ellie comienza a tocar Take on me, el clásico de los noruegos A-ha, una canción que, a pesar de su origen en los años 80, cobra una relevancia inesperada en este contexto. La escena, cargada de una belleza inesperada, representa una pausa en medio del caos. La cuenta oficial de The Last of Us en las redes sociales lo resumió con una simple frase: “Por un segundo, la vida está bien”. En este breve instante, la música se convierte en un recordatorio de lo que la humanidad perdió, pero también de lo que aún puede aferrarse a la vida: el arte, las emociones y los recuerdos.El impacto de Take on me no es solo un refugio melódico en medio del apocalipsis, sino que encierra un profundo significado dentro de la relación entre Ellie y Dina. En su contexto más directo, la canción parece funcionar como una invitación, un llamado urgente de Dina hacia Ellie. La letra de la canción, con su mensaje de “tómame” y su frase recurrente “I’ll be gone / In a day or two” (“Me iré / En uno o dos días”), refleja perfectamente la fragilidad de la existencia que enfrentan los personajes, quienes no pueden saber si mañana seguirán vivos.“No es mejor estar a salvo que arrepentido”, un verso de profunda conexión emocional, se convierte en el lema que, en este caso, anima a Dina a mostrarse tal como es, sin miedo a lo que pueda pasar.La escena de Take on me resuena profundamente como un homenaje a todo lo perdido, pero también a todo lo que aún se puede salvar.Fuente: Infobae